Sueños frustrados

Ser millenial, creativa y en búsqueda de trabajo es bastante catastrófico en el contexto actual. Aceite y agua. Como si para adaptarnos al contexto de precariedad laboral actual tuviésemos que mutar, ser algo que no somos, volvernos duras y competitivas, criaturas endurecidas. Superar la frustración cuando hay escasez de trabajos que encajen con nuestros perfiles de ‘millenials creativas’, requiere que hagamos un trabajo personal impresionante. Inconscientemente pensamos que quién nos habrá mandado a dedicarnos a estudiar cosas con tan pocas salidas.

Hablo de mujeres que han estudiado carreras no-convencionales, diseño de moda, dirección de cine, ciencias políticas, sociología, o escritura creativa (en fin, disciplinas que ahora mismo no tienen mercado y que no se suelen valorar por lo que son). En momentos alarmados por la frustración nos aturrullamos a preguntas: ¿Por qué no nos pusimos a trabajar desde más jóvenes? ¿Por qué hemos estado tan enfocadas en los ideales y hemos dejado lo práctico de lado? ¿Por qué nos creímos tan profundamente el mito de que si soñábamos con algo lo conseguiríamos?

Tenemos que evitar que el ‘ego espiritual’ se nos hinche, y poner de nuestra parte. Por ahora no va a venir el genio de la lámpara nos va a cumplir nuestros deseos. ¿Cómo hacemos para curarnos de esta leve disociación de la realidad, y adaptarnos al medio en que vivimos para sobrevivir sin necesidad de abandonar quienes somos?

»¿Cómo podríamos hacer para curarnos de esta leve disociación de la realidad, y adaptarnos al medio en que vivimos para sobrevivir sin necesidad de abandonar quienes somos?»

elpescaosalao, fotógrafa millenial

Paula Rincón (Nica Guanchía) fotógrafa, periodista y escritora

Ir a la raíz del problema

Hemos sido una generación que ha recibido de todo, nos han educado como a hadas del bosque. Vivimos agradecidas por ello, no hemos tenido que pasar por lo que pasaron nuestras abuelas, no estamos obligadas a casarnos ni a tener hijos pronto, tenemos como prioridad la necesidad de realizarnos y disfrutar de nuestras vidas y ser libres de decidir si deseamos. Somos la generación de mujeres, que aunque quede mucho por avanzar para llegar a una equidad, más derechos ha podido disfrutar. Además, no hemos tenido que hacer nada, no somos nosotras quienes hemos luchado por este bienestar. Venía dado, como caído del cielo.  Las mayores diferencias entre hombres y mujeres, sin pensar en el mundo laboral, han sido sobre todo en como nos han educado, y aunque nuestra educación nos hace quienes somos, puede habernos perjudicado por ignorar ciertas habilidades psicológicas, como por ejemplo la toma de riesgo y el networking y es nuestra responsabilidad entrenarlas para encarar al mundo laboral.

»Es nuestra responsabilidad entrenar las habilidades psicológicas que quedaron ignoradas de niñas, para poder encarar el mundo laboral sin dejar de ser quienes somos.»

El otro día Minerva, la fundadora de Asombrosa, me dijo: ‘los hombres suelen echar curriculum incluso cuando saben que no cumplen todos los requisitos que se piden para un trabajo, mientras que a la mayoría de las mujeres les cuesta hacer eso’. Ahora mismo no tengo la referencia de este dato, pero lo importante es que me resonó con mi experiencia, contrastándola con la de hombres y mujeres de mi entorno. Yo misma me he visto en esa situación, de no confiar en mis habilidades y sentir que no voy a dar la talla. Habrá quien diga que no es por cuestiones de género, que eso es simplemente una cuestión de autoestima, de cuanto una se valora a sí misma, y sí puede ser por eso, pero debemos entrenar esta habilidad que se descuidó en su momento y así mejorar la autoestima que es necesaria para atrevernos.

»Tenemos que fijarnos en quienes ya han recorrido caminos parecidos a los que queremos atravesar, para saber que nosotras también podemos transcender las carencias que podamos haber tenido por nuestra educación, trepar hasta la cima, descender riscos, y llegar a nuestro deseado oasis

Es importante que todas cultivemos nuestra autoestima y estemos seguras de lo que estamos ofreciéndole al mundo, conocer nuestras habilidades nuestras potencialidades e incluso nuestros defectos y a partir de ahí confiar en saltar al mundo, porque a partir de esa sabiduría, sabemos de qué recursos disponemos.  Minerva me dio una explicación interesante, los niños al involucrarse más en actividades deportivas, aprenden a hacer networking desde muy chiquititos. Una amiga me habló de lo mismo, los hombres tienden a tomar más riesgos porque se les permitía mancharse más al jugar, formaban parte de más actividades deportivas y así se les ha formado el carácter.  Quiere decir que las mujeres que practicaban deportes también son mejores en networking y en la toma de riesgos que cualquier hombre o mujer que de niños o niñas que no lo hiciesen.

Asharias Galaxies o Paula AlonsoEnvironmental Artist

Tejer redes para accionar juntas

Unirme a Asombrosa sé que será una aventura y un aprendizaje porque nos ofrece un espacio para hacer conectar con otras mujeres, acceder a conocimientos prácticos que nos impulsan a materializar, para enmarcar lo que somos y confiar en lo que tenemos para ofrecer al mundo. Además, lo que me decía Minerva también es que faltan referentes femeninas, con las que podamos sentirnos identificadas, que hayan pasado por experiencias parecidas y aún así as hayan transcendido y hayan dado lo mejor de sí mismas sin renunciar a quienes son. Tenemos que fijarnos en quienes ya han recorrido caminos parecidos a los que queremos recorrer, para saber que nosotras también podemos transcender las carencias que podamos haber tenido por nuestra educación, trepar hasta la cima, descender riscos, y llegar a nuestro deseado oasis.

Las mujeres millenial que conozco de mi entorno, que están metidas en el mundo de la creatividad, tienen ganas de impulsar un cambio en femenino. Son mujeres que dejan de lado estilos de vida dogmáticos y que ansían cambiar la forma agresiva tradicional de trabajar y de emprender. Esta ambición tiende a agobiarlas con facilidad, como si fuesen animales fuera de sus habitats, tigres enjaulados buscando la selva.  Queremos estar en sintonía con nuestros cuerpos, con nuestra creatividad orgánica. A la misma vez queremos independizarnos y nos parece difícil por no encontrar trabajos que encajen con nuestras personalidades e ideales. De repente, te das cuenta de que los barrotes de las celdas que puedan enjaularnos son indefensos. Con la garra y la majestuosidad del tigre que llevamos dentro, los derrumbamos siempre que seamos perseverantes en nnuestro objetivo de salir de esas zonas que nos limitan.

»Seremos las referentes de las niñas que están creciendo a nuestro alrededor.»

Por la inestabilidad actual, es más importante que nunca que tejamos redes de acción, que hagamos networking entre nosotras, que nos apoyemos en nuestras emprendedurías.

Aunque seamos creativas y muchas seamos unas rebeldes en contra del ‘estatus quo’, aprendamos a ‘emprender’. Nos conviene hacernos amigas de esta palabra, para comenzar a materializar proyectos. Fijarnos en referentes femeninas nos alentará en seguir construyendo y emprendiendo nuestras realidades. Así, nos convertimos en referentes para que las niñas que están creciendo a nuestro alrededor puedan fijarse también en nosotras y creer en sí mismas.

mujer millenial creativa y sus retos

Madkatala, diseñadora de moda

Es que,  ¡sí! Somos flores en medio del cemento, pero con las raíces bien fuertes, persistiendo arraigadas a la tierra debajo del hormigón impuesto. Crecemos. Vamos a asegurarnos de que en nuestra sociedad, siga habiendo milagros, magia, alimento para las mariposas, perfume. Que siga vibrando el encanto necesario para vivir. Para eso tenemos que asegurarnos de que se den las circunstancias necesarias para que sigamos floreciendo. Después debemos de mantener el ecosistema que nos permita crecer, y capaz que eso lo logremos juntas.

»Tenemos que asegurarnos de que siga habiendo milagros, magia, alimento para las mariposas, perfume. Podemos crear las circunstancias. Tenemos que decidir. Es esencial que las flores permanezcan en lo alto y a la vista»

Es importante nuestra semilla, pero también lo es la tierra y el clima energético que co-creemos. Podemos crear las circunstancias. Tenemos que decidir. Es esencial que las flores permanezcan en lo alto y a la vista, sobre todo si lo que queremos es sentir que hay un propósito en lo que emprendemos, que va a generar mejoría en nuestros alrededores, que vamos a inspirar a las que vengan después de nosotras, que estamos generando belleza y que todas estas acciones conspiran a que se reproduzca un ecosistema que nos dé lo necesario para que nuestra economía, nuestra sociedad  y nuestras almas estén sanas, estables y activas.

 

Susana Díaz-Reixa es Socióloga Visual, millenial y pensadora creativa, canta, escribe y hace todo lo que susana-reixapotencie al alma. Utiliza las habilidades creativas y de análisis para ilustrar problemas y fenómenos sociales. Ahora colabora con Asombrosa para curar nuestro blog y gestionar los contenidos Web.